TODO SOBRE MI VIDA Y MIS COMPOSICIONES
Yo nació en la Calle de Miraflores, el 24 de septiembre de 1912, y desde niño me interese en los dulces sonidos de la gaita, instrumento que aprendi a interpretar gracias a mi primo Ramón Barreto, a escondidas de mi padre, cuando descansaban de las faenas de monte.
Según los entendidos en asuntos de la gaita, como el maestro Adolfo Pacheco, una de mis grandes proezas fue ponerle letra a los sones corridos que para la primera mitad del siglo XX se escuchaban en los Montes de María.
Además de mis creaciones inmortales, como 'Candelaria', 'La Maestranza' (Para la gallina el maíz, pa'los pollos el arroz...), 'La escoba', y un centenar más, Yo era un buen ejecutante de la gaita macho y de las maracas.
También recogi con mi memoria los viejos cantos que estaban desperdigados por la región y que no tenían rumbo propio y las acomode a mi estilo y a mi letra.
Yo compiti en representación de Colombia frente a más de 200 países en el Festival Internacional Folclórico de Cáseres, en España, donde los Gaiteros de San Jacinto, bajo su dirección, ganaron el primer lugar.
En 1968 obtuvimos la Medalla de Oro Olímpica, con las interpretaciones de las obras 'Candelaria' y 'La Maestranza' de mi autoría, en la Olimpiada Cultural realizada en México.
A pesar de la gran fama que tuve luego de que mi canto se escuchó en varios países del mundo y se plasmó en el acetato, jamás goze de buenas condiciones económicas, y a la hora de mi muerte, el 2 de diciembre de 1988, como la de la mayoría de juglares de la Costa Caribe, mis familiares se vieron en apuros para organizar un sepelio digno.
Veinte años después de mi muerte, mi gran legado quedó en mis sobrinos Juan 'Chuchita' Fernández y Nicolás Hernández, quienes recogieron los frutos que sembre en varias décadas atrás y recibieron el premio Grammy en Estados Unidos.
No obstante la grandeza de mi obra y el enorme valor cultural que deje estampillado en mis inmortales cantos, mi memoria sigue recibiendo golpes.
En mi tierra natal no hay organizado ningún evento a mi nombre y, en el resto del país, la mayoría de compatriotas recuerdan hoy con mayor fervor la muerte de otro 'Patrón', el de las mafias.